viernes, abril 17, 2015

After dark de Haruki Murakami

No importa que lo hayas olvidado. Es el nombre más vulgar del mundo. Incluso a mí me entran ganas de olvidarlo a veces. Pero es el mío y no resulta tan fácil olvidarse de tu propio nombre. Aunque los de los demás se me olvidan todos, incluso los que debería recordar.






After dark, de Murakami, del año 2004, nos conduce a un mundo completamente cercano, posible. la narración nos toma la mano y no nos la suelta nunca. Para mí, una romántica, la forma de narración me hizo pensar en que todos los que hemos leído este libro, lo estamos leyendo juntos. Definitivamente me invitó a pensar "no estás leyendo sola", algo utópico de creer porque, un libro, ¿quién lo lee en grupo?, conducidos además por ojos cámara que muestran lo necesario, sin dejar que el misterio muera.

La trama de todo el libro, ocurre únicamente en una noche. Si, una noche. Una.

Y algo que me agrado muchísimo, es que realmente se siente así. Cómo una sola noche. No más.

Algunas novelas narran varias cosas que ocurren en una pequeña fracción de tiempo, y no acabo de creerles. Pero a Murakami si. Él escribió que todo paso en una sola noche, y así lo sentí yo.

Este es el tipo de libro que quisieras comenzar a las 10 pm y terminarlo a las 6 am del día siguiente.

Su forma de narración, la rápida transición a otras tomas, otros puntos, otros personajes, hacen que todo fluya. 

Después de terminar el libro, busque un par de opiniones en Internet, y algunos opinaban que parecía un guión de película. Bueno, si. Y eso fue lo que en mi opinión, contribuyó a que sintiera fluida la trama, que creyera realmente que todos los acontecimientos ocurrieron en menos de 8 horas.

Y eso permitió que pudiéramos trasladarnos fácilmente, sin embotellamientos, volando por la ciudad.

Debo decir, que a veces, era capaz de mirar a través del libro, capaz de adivinar algunos movimientos de los personajes, pero sólo algunos, porque el libro en sí y sus protagonistas, no se cansaron de llenarme de pequeñas sorpresas que me hacían bajar el libro y buscar una pequeña pausa.

Gracias a After dark tengo muchas piezas musicales que escuchar, y algunos personajes me sorprendieron poniendo en palabras cosas que yo misma pienso, pero que jamás pude acomodar en mi boca, con mi voz. 

Al principio, los personajes parecen tener una simpleza adorable, parece que con sólo verlos, así, físicamente y en una sola ojeada, puedes leerlos por completo.

Pero no es así.

Y es allí dónde radica el más grande de sus encantos, estos personajes son muy humanos.

Tienen miles de problemas, miles de razones para reír, y miles de razones para llorar.

Y siguen viviendo.

Si algo que si puedo señalar, lo más parecido a una advertencia, es que After dark tiene un final abierto, muchas cosas no se dicen, algunas no concluyen, y algunos lectores podrían pensar que están leyendo la primera parte de algo. Pero a mí, una aficionada de los finales abiertos, simplemente me encantó. Porque personalmente, creo que de algunos asuntos que se tratan en el libro, no era necesario seguir diciendo más, ya que de alguna forma, sabemos lo que pasaría después, y bueno...ese final abierto, esos datos que no logramos recopilar en una sola noche, dan la sensación de que se nos otorgó el poder de infiltrarnos en la vida de los protagonistas, en la vida de Mari, de Takahashi, de Eri, por sólo unas cuantas horas. Que fuimos empujados dentro de su círculo, con un tiempo limite, dónde después de que esté termine, ya no somos capaces de averiguar más.

Con todas las cosas negativas y todas las cosas positivas que pueda alguien encontrarle a este libro, creo que definitivamente hay algo que logra hacer; atraparnos.

Y no dejarnos sueltos, hasta que las manecillas se dejan de mover.






La noche se ha acabado por fin. Aún falta mucho tiempo para que nos visiten de nuevo las tinieblas.